martes, 20 de noviembre de 2007

¿Problema de estrategias?

La lectura y la escritura son un proceso que tiene que ver con la comunicación del niño, elemento vital dentro del proceso que se inicia desde los primeros días de vida. Como hemos visto, este proceso de comunicación se da en todo el entorno del niño, sin embargo una vez que se inserta en la vertiginosa rueda de la educación, inicia una etapa definitiva. Es en esta etapa en donde se deciden distintas percepciones y gustos por distintos ámbitos de la educación. Por ejemplo, siempre recuerdo en mis años de básica una profesora que era el terror vivo para mi, ella representaba todo lo desagradable que podría existir en un adulto, y era profesora de castellano, en aquella época. Hasta el día de hoy no puedo disfrutar cabalmente, de la literatura.
Así, las percepciones que se forjen en esta etapa serán las más recordadas, ya que si es una pasión adquirida desde temprana edad, es muy difícil que se cambie la percepción. Además generalmente estas percepciones se producen por vicios que los educadores adquieren a través de los años con diversas estrategias que en sus inicios y en su esencia son buenas y productivas.
Por todo lo anterior, es que resulta imperante escoger una metodología adecuada a la hora de planificar las estrategias, dentro de nuestro espacio educativo. Existen 3 estrategias que se podrían mencionar, que apuntan a desarrollar la pasión por el lenguaje y más en específico, por la lectura y escritura. Estas estrategias se encuentran dentro de un plan de desarrollo AILEM (2005-2006) que es un programa de aprendizaje inicial de la lectura, escritura y matemática, desarrollado por la Universidad Católica de Chile. Dentro de este programa podemos mencionar la lectura compartida, lectura en voz alta y escritura interactiva. Todas ellas pretenden generar en los niños más pequeños, un acercamiento directo y contextualizado, entre la lectura y la escritura.
Muchas veces realizamos actividades o utilizamos estrategias sin aprovechar todo su potencial. Por ejemplo, las clásicas tarjetas de Navidad, en esta época, que todos los niños realizan en sus niveles, para llevárselas a sus padres o familiares. Ésta podría transformarse en una productiva escritura interactiva. En donde los niños pudieran, transcribir cambiar o producir un texto nuevo - a través de la negociación – en el cual ellos fueran parte activa. Ya no limitarse a que las educadoras escribieran o terminaran todas las tarjetas de los niños, fuera del horario escolar o en sus casas, si no que estaríamos haciendo partícipes activos a los niños, realizando una “estrategia colaborativa en la que el profesor y los niños conjuntamente, componen y escriben un texto” (Baeza, Solís, Suzuki y Razmilic, 2006-2007; P.1). A través de este proceso, no solo potenciaríamos la lectura a través de la escritura, sino que ayudaríamos a que los niños comprendieran conceptos acerca de lo impreso, enseñar de manera explícita y directa aspectos fonológicos, una conexión entre lo que lee y se escribe y les entregamos la oportunidad de releer un texto las veces que ellos lo estimen conveniente.
Otra actividad que esta un poco mitificada, es la lectura de textos en voz alta. Generalmente la selección del texto resulta ser un texto poco adecuado, en donde la educadora elige cualquier libro por su portada, sin si quiera haberlo leído. Esta estrategia utilizada de manera correcta abarca distintos aspectos que determinan su calidad, frente a los clásicos errores cometidos en los espacios educativos. La lectura en voz alta debe ser un espacio en donde se pueda “introducir a sus alumnos en el encanto de la lectura” (Baeza y Razmilic, 2006-2007; P. 2). Para lograr este cometido, es necesario que se seleccione el texto adecuado y se prepare con anterioridad. Además, debe ser un trabajo constructivo y participativo por parte de los niños, el educador es un guía lector y animador. No se pretende que sea informativo, se pretende que sea un elemento cautivador que invite al niño a permanecer y aumentar este habito de la lectura. Por otro lado, algunas e sus ventajas son que favorece el escuchar, se crean lazos de complicidad y afectividad, se desarrollan aspectos morfosintácticos y semánticos, se desarrolla el goce estético de la lectura y desarrolla su imaginación, solo por mencionar algunas.
Finalmente me gustaría hablar de otra estrategia que es usada, generalmente, repitiendo ciertos vicios como es la repetición excesiva o la utilización de ella solo una vez, llegando a los dos extremos en donde llega perderse el objetivo inicial de la lectura compartida. Todos hemos visto muchos jardines, en donde las paredes de cada unos de los espacios educativos esta atiborrada de lecturas ya casi amarillentas, que se pusieron a principio de año, o semestre para ser más positiva, que solo se utilizaron una vez, en el comienzo. O que por otro lado, llegan a fin de semestre y los niños se saben de memoria la lectura que se ubica en la pared, que resultan tan aburrido y poco motivante, que ni a las educadoras las leen con ganas. Esta estrategia, utilizada con criterio y buen manejo, resulta simple y extremadamente positiva. Cuenta de tres pasos simple, la presentación del texto, la relectura y la lectura independiente. Se pueden fomentar estrategias de lectura, reglas de puntuación, reglas gramaticales, organización de lo escrito, reglas ortográficas y habilidades para trabajar con las palabras, por ejemplo. Además, la variedad de textos es enorme, pasa por gráficas, libros grandes, listas, recetas, canciones, artículos de revistas o caricaturas, por mencionar algunas. Entregándonos una variedad temática dentro de este campo, que debemos aprovechar.

Lectura compartida extraída de Baeza, Solís y Burgos (2006-2007)

Así, podemos decir que contamos con una infinidad de estrategias para trabajar la lecto-escritura y el lenguaje, y que además nos entrega la posibilidad de tratar diversas y variadas temáticas. Lo importante es poder darse cuenta de la estructura, la pertinencia y la adecuación correcta de las estrategias utilizadas, de acuerdo a cada realidad, para así poder forjar un grupo de niños que sea capaces de, además de desarrollar sus capacidades cognitivas y de lenguaje, de desarrollar el goce estético por la lectura y hábitos que perdurarán por el resto de sus vida.


Bibliografía

  • Baeza, Solís y Burgos (2006-2007). Estrategias de enseñanza del programa AILEM-UC: Lectura Compartida. En el sitio www.uc.cl/educacion/ailem, revisado el 8 de Noviembre del 2007.
  • Baeza y Razmilic (2006-2007). Estrategias de enseñanza del programa AILEM-UC: Lectura e Voz Alta. En el sitio www.uc.cl/educacion/ailem, revisado el 8 de Noviembre del 2007.
  • Baeza, Solís, Razmilic y Burgos (2006-2007). Estrategias de enseñanza del programa AILEM-UC: Escritura Interactiva. En el sitio www.uc.cl/educacion/ailem, revisado el 8 de Noviembre del 2007.
  • Programa AILEM-UC (2006-2007) www.uc.cl/educación/ailem, revisado el 8 de Noviembre del 2007.

lunes, 24 de septiembre de 2007

¿Conciencia fonológica o lectura?

Los niños pequeños y prelectores son capaces de comunicarse con todo su entorno de distintas maneras utilizando diversos recursos, dependiendo de las características propias de los niños y sus avances en el lenguaje. La conciencia fonológica forma parte fundamental de los aprendizajes de los niños, así “se ha definido como la capacidad de ser consciente de las unidades en que puede dividirse el habla” (Defior, 1996; p.50). La lectura como tal se pude decir que abarca la comprensión cabal del lenguaje, ya que de tipo escrito, simbólico u otro. En general se aborda esta interrogante con diferentes perspectivas según el lineamiento teórico que siga cada cual, sin embargo en este último tiempo se ha llegado al acuerdo de que la conciencia fonológica es una de las bases que pueden determinar el desempeño lector posterior. Así su ejercitación es fundamental para poder comprender y manejar los códigos necesarios para la comprensión íntegra del lenguaje.
Otros plantean que la conciencia fonológica es una Zona de Desarrollo Próximo (ZDP) para el aprendizaje de la lectura, en las palabras del Dr Luis Bravo “…la conciencia fonológica es el proceso cognitivo que presenta mayor variabilidad común con la lectura inicial y que su ejercitación durante los años del jardín infantil es determinante para el éxito en aprender a leer (p.2). Así plantea que es la distancia entre el nivel real del niño y el nivel máximo que al que puede llegar, bajo una regulación y tutoría adecuada, por parte de un educador potenciador y guía. Terminología originalmente de Vigotsky que nos entrega un marco de aprendizaje en donde el niño puede ser incitado a desarrollar sus propios aprendizajes y potencialidades a partir de una guía apropiada.
Así la ejercitación de esta área resulta fundamental en el área pre-escolar sobre todo. Además este constante apoyo se puede dar a partir de simple actividades educativas que han de darse de distintas maneras a partir de las necesidades individuales de cada grupo y aumentar o disminuir su dificultad de acuerdo a lo requerido. Por ejemplo con respecto a la duración acústica o identificación de palabras se puede aumentar su dificultad variando las palabras de acuerdo al nivel deseado.
Por ejemplo en la vida cotidiana podemos observar un sin fin de actividades que generan la potenciación de estos aspectos, como las canciones que riman y el contar o aislamiento de las unidades –aplauda por cada sonido que escuche, por ejemplo-. En general si comenzamos a visualizar la cantidad de veces que utilizamos recursos de esta magnitud, podríamos apreciar que constantemente y por tradición utilizamos la potenciación de esta área, como es la conciencia fonológica.
Así, la conciencia fonológica va de la mano con la lectura, es el paso previo, se podría decir, para que la lectura que se de en el futuro sea de calidad y eficiente a las necesidades que le exige el medio al niño. La continua ejercitación de esta habilidad nos entregará facilidad para que en el futuro pueda desenvolverse de manera exitosa en su entorno.

Bibliografía:

  • Sylvia, Defior. (1996). Una clasificación de las tareas utilizadas en la evaluación de las habilidades fonológicas y algunas ideas para su mejora. Granada, España; Editorial Aprendizaje.
  • Bravo, Luis. (2007). La conciencia fonológica como una Zona de Desarrollo Próximo para el aprendizaje inicial de la lectura. Santiago, chile; Pontificia Universidad Católica de Chile

viernes, 31 de agosto de 2007

¿De qué esta hablando?

Si bien el entorno esta lleno de un ambiente letrado y cada vez mas llamativo, las lecturas que se pueden desprender de él son siempre contextualizados. Por ejemplo, si vemos un ceda el paso en un mall, en donde solo hay personas ¿no se confundirían?. Lo más probable es que no entendieran lo que significa, ya que esta fuera de su contexto. Lo mismo sucede con los niños, sobre todo si ellos están aprendiendo. Por ejemplo, imaginen la misma situación anterior, pero en una país que no conocen y más encima no comprenden ni la lengua. ¿No se sentirían desconcertados? A los niños que están aprendiendo a comprender este mundo letrado y lleno de signos, se les hace necesario un espacio en donde puedan entender, dentro de un contexto, lo que están viendo y aprendiendo.
Por otro lado, si este reforzamiento asociado a un contexto, se le suma la cercanía o significado de lo que se le esta tratando consolidar, el niño podrá comprender y asociar todo aquello de manera más sencilla. Si un existe un trabajo con la familia, además del centro de estudio, el niño puede llegar a advertir de manera aplicable y cercana, lo que se le esta diciendo. Tal como lo señala IRA y la NAEYC “...teachers should explicitly connect a letter identification to something that is meaningful to the child (Stevens, D.; Taylor, B; Hansen, R. p.5) así a partir de esta contextualización de los contenidos, el niño podrá crear conocimientos significativos en todas la etapas de su crecimiento.
Existen muchas maneras de apoyar a los fervientes y pequeños aprendices. Dependiendo del foco que le queramos dar a nuestro apoyo para su desarrollo, podremos potenciar conciencia fonémica, principios alfabéticos, vocabulario o muchos otros. Por ejemplo, podremos leer libros grandes, para facilitar la lectura más guiada, letrar el ambiente y guiar su lectura diaria, variar las lecturas de cuentos o historias y hacerlas interesantes a través de intervenciones, actuaciones, u otros tipos que sean de interés del niño, entre otras. Sin embargo, la contextualización de los conocimientos será vital para la comprensión cabal de estos aspectos.
Así, si los niños entienden la relación directa que existe entre lo que están viendo y su uso cotidiano, podrán llegar a realizar conexiones que le facilitarán la formación de esquemas fonéticos de comprensión cabal del lenguaje, igual que nosotros al ver el paso cebra en la calle.

Bibliografía:

  • Stevens, Debra; Taylor, Barbara; Hansen, Ruth. Emergent Literacy and Oral Lenguaje Development.
  • Kassow, Danielle. (2006) Enviromental Print Awarness in Young Children. Washington, U.S.A.

miércoles, 22 de agosto de 2007

¿Me escuchaste?

“!Tía, tía, tía, mi papá…..tía, tía!”, ¿Han escuchado esto antes? O “mamá, mamá, es que yo…mamá, mamá”, ¿suena familiar? Claro que si, los niños siempre están dispuestos a comentar sus experiencias y vivencias con respecto al entorno o todo aquello que les llame la atención. En los más pequeños, que todavía no adquieren la capacidad del habla, el llanto resulta su mecanismo más próximo para responder a sus necesidades.
Los niños están llenos de fervor por expresarse y el lenguaje es una herramienta fundamental. Para esto, es necesario que se fomente correctamente y una manera de hacerlo es saber escuchar. No solo recibir y oír por oír sin distinguir un foco, si no que realmente prestar atención a una temática o persona en particular, así "....el escucharse a sí mismo, es el punto de partida para la adquisición del lenguaje oral" (Madaule, p.1). Fomentar y potenciar esta área del desarrollo, es tarea de todos partiendo por los primeros educadores, la familia. Así, se debe entregar la mayor cantidad de oportunidades para el desarrollo de una persona, siendo capaz de escuchar y de apreciar el silencio a su vez.
El escuchar es una característica dentro de un todo, conlleva una percepción global del lenguaje en donde todo esta tan interrelacionado, que si en un aspecto decaemos los otros siguen su camino. No me refiero al hablar solo como método fonológico, si no que cualquier modo de expresión en donde se utilice el cuerpo para comunicar, ya sea lenguaje de señas, corporal, etc.


Existen distintas actividades que se pueden realizar para que el niño desarrolle una capacidad integral del lenguaje, asumiendo lo antes mencionado. Podemos trabajar en la casa o el centro con instrucciones simples, frases cortas, mencionar su nombre al hablarle, complementar sus frases, palabras o sonidos que pueda realizar enfocado al aumento de vocabulario, por mencionar algunos (Baeza y Solís).
Otra herramienta destacable dentro del desarrollo del escucha, enfocado hacia el lenguaje, es la música. Esta debe ser apreciada e integrada como un elemento vital dentro del desarrollo de la capacidad de saber escuchar y del desarrollo general del lenguaje.
La música facilita muchos aspectos que podemos potencia de manera separada, pero en su conjunto nos entregan una variedad de posibilidades innumerables. Así por ejemplo, las rimas que entregan información y práctica para la formación de una conciencia fonológica, una discriminación auditiva y aspectos ortográficos (juegos verbales). Todo lo anterior puede ir claramente ligado escogiendo la canción adecuada. Además de los anteriores ya mencionados, potencia un aspecto melódico, con propiedades relajantes características de ciertas tonalidades, conciencia corporal, fomenta la coordinación y diversos aspectos motrices. Por tanto, se resumen que las melodías musicales abarcan diversas e infinitas posibilidades de trabajo.
Por otro lado, tenemos a los cuentos, historias o fábulas –literatura en general- que también engloban distintos aspectos que nos entregan variadas posibilidades de trabajo en el área del lenguaje. Sin embargo es fundamental hacer una previa y estudiada selección del material que se va a presentar. Así, se deben evaluar distintos aspectos, por ejemplo en la extensión, el ritmo, el contenido y tema, entre otros. Para así poder graduar los conocimientos según los niveles de desarrollo y avance de los niños, facilitar un conocimiento significativo, tener un material contextualizado y sobre todo que considere todas las aristas de la realidad del niño para que él pueda desenvolverse cómodamente.
Así, la selección del material de trabajo es una parte bastante importante de nuestro trabajo, ya que nosotros otorgamos a él un papel fundamental junto con el mediador, en este caso el educador o la familia.
La próxima vez que un niño o un adulto nos hable, aunque no tengamos mayor interés en aquel tema, debemos tener dos consideraciones fundamentales: primero, se enseña con el ejemplo, y segundo, la importancia de atender aquellas necesidades del otro.

Bibliografía

  • Baeza, Paz; Solis, María Cristina. Desarrollo del escuchar y del lenguaje oral en NB1: algunas consideraciones metodológicas.
  • Revista Estrategias Pedagógicas, Artículo: Escuchar: una habilidad que es necesario enseñar.
  • Condmarín, Mabel. Lenguaje integrado: módulos para desarrollar el lenguaje oral y escrito. Juegos verbales.
  • The Daily Parent. Artículo: Cómo desarrollar el lenguaje con su hijo.
  • Madaule, Paul. La música una invitación a escuchar, al lenguaje y al aprendizaje.

martes, 14 de agosto de 2007

¿Leyendo?

Todos, desde pequeños, estamos insertos en un mundo lleno de letras, un mundo agobiado y atestado de estímulos que rara vez consideramos como novedoso. Sin embargo, este mundo en donde todo se transmite a través de códigos, es muchas veces incomprensible y temible para los niños. Tal como lo proponía una compañera de carrera hace muy poco, imagínense que llegan a un país distinto, en donde no manejan los códigos necesario para comunicase, - Japón, por ejemplo, para quienes no manejan ese idioma-…sencillamente no entienden nada. La sensación de desesperación por comprender ciertos aspectos, se hace necesaria para sentirse parte de un todo, una sociedad y más básico, para expresar ciertas necesidades primordiales que nos resultan imperantes. Tal como lo señala Roskos, Christie y Richgels (2003, p.5) "We usually do not speak without waiting to acomplish something useful".
Así, para los niños puede resultar un ambiente demasiado desafiante llevando a la desesperación o peor la decepción. Por otro lado, es importante considerar que la guía del adulto, en cuanto a la creación de los estímulos necesarios y del andamiaje preciso para poder evitar tales desastrosos resultados, no cae solo en evitar interacciones erróneas, si no que va de la mano con la potenciación de estas habilidades, además de la creación de un ambiente desafiante, pero descifrable.
El lenguaje, debe partir así desde muy pequeños, no solo considerando la lectura y la escritura, si no toda la gama de símbolos y representaciones a través de las cuales nos comunicamos, sean estos números, símbolos o logos. Tal como lo menciona Paz Baeza (2007, p.4) "Los niños se familiarizan con el lenguaje impreso de todo el ambiente letrado y numerado que los rodea". Así, potenciar el reconocimiento de ciertas marcas y el trabajo con textos auténticos, se hace clave para la relación del todo como concepto, y luego la individualización de los códigos, como las letras.
Si lo vemos desde una perspectiva socio-constructivista, "...que considera el aprendizaje de la lectura y la escritura como una práctica social" (Teberosky, p. 42)podremos darnos cuenta que la sociedad nos entrega herramientas fundamentales para iniciar el proceso de alfabetización desde muy pequeños. Sin embargo, la tarea no queda ahí, debemos ser capaces de fomentar este desarrollo, por ejemplo ayudándoles con la comprensión de estos símbolos, con algunas estrategias como lecturas compartidas, trabajo con alfabetos, fomentando las interacciones verbales y escritas, o realizando otro tipo de juegos letrados que faciliten el proceso de aprendizaje para el niño.
Ya mucho estudios avalan que la potenciación y el actuar facilitador temprano, en el ámbito del lenguaje, puede resultar en un problema o una ventaja en los posteriores años escolares, como primero y segundo básico (Bravo, 2004). Es así como la educación en este periodo crítico de 0-6 y principalmente de 0-3, adquiere nuevos fundamentos comprobados que avalan la importancia de nuestra labor como educadores.
En conclusión, nuestra labor de educador se extiende más allá del simple lineamiento general, conlleva un propósito mas fundamental como es el de fomentar un aprendizaje significativo entregándole las herramientas al niño para que él sea quien construya su enseñanza. Por otro lado, es necesario considerar que al niño no solo lo determinan aspectos genéticos, si no que el ambiente juega un rol fundamental que nos entrega una visión completa de las necesidades, intereses y realidad actual en la que esta inmerso. Es por aquello que resulta fundamental incluirlo en la práctica de esta fomentación del aprendizaje y construcción que queremos generar.
Bibliografía
  • Bravo, Luis. (2004) La alfabetización inicial un factor clave del rendimiento lector. Revista Digital UMBRAL 2000
  • Baeza, Paz. (2007). ¿Qué se entiende hoy por alfabetización inicial? www.puc.cl/paginas_personales/pbaeza
  • Teberosky, Ana. Alfabetización inicial : aportes y limitaciones. Cuadernos de Pedagogía, monográfico numero 330
  • Roskos, Kathleen; Christie, James ; Richgels, Donald. (2003) The essential of early Literacy Instruction.

sábado, 4 de agosto de 2007

Introducción

Aquí podrás encontrar información a modo de reflexión respecto a la actualidad educativa , especialmnete centrado en el área del lenguaje.
Sin embargo, existiran diversos links que te llevarán a una variedad de sitios de interés contingente con respecto a la educación.